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Seleccionar la temperatura y el caudal de aire adecuados

  1. Seleccionar la temperatura y el caudal de aire adecuados

    A la hora de usar un decapador, la temperatura ideal dependerá del trabajo que quiera realizar. También es importante el caudal de aire, cuyo valor dependerá del material y de la rapidez con la que desee trabajar. Seleccionando la temperatura y el caudal de aire adecuados, conseguirá mejores resultados.
  2. Por lo general, las temperaturas más elevadas de un decapador son las adecuadas para soldar o descongelar tuberías de agua, aunque también pueden utilizarse para quitar pintura. Las temperaturas menos elevadas son ideales para secar pintura y dar forma a plásticos. Haga siempre una prueba a baja temperatura en una parte de la pieza de trabajo que no vaya a verse; luego, vaya subiendo gradualmente la temperatura hasta conseguir el resultado deseado. Todo dependerá del trabajo. Por ejemplo, al quitar barniz o pintura con un decapador, a medida que nos acerquemos a la temperatura correcta, veremos cómo la pintura se va ablandando y se forman burbujas en la superficie. En ese momento, resultará más fácil raspar para quitar la pintura. Para soldar tuberías de cobre como un decapador, sabremos que estamos llegando a la temperatura adecuada cuando el hilo de soldar empiece a fundirse en las juntas.
  3. De nuevo, para conseguir unos óptimos resultados, conviene probar diferentes caudales de aire con el decapador. Para calentar una parte concreta del área de trabajo (por ejemplo, al soldar pequeñas planchas de impresión), normalmente habrá que trabajar con un caudal de aire bajo. El motivo para ello es que no queremos calentar el resto de la superficie. Si se utiliza un decapador para encender una barbacoa o para quemar pintura en una superficie amplia, será mejor aplicar un caudal de aire elevado. Ahora bien, tendremos que ajustar el caudal de aire al acercarnos a las partes más frágiles (por ejemplo, al quemar pintura en un marco de ventana).