Cambiar el grifo de una ducha

Primero, corte el suministro de agua cerrando la llave de paso. Suele encontrarse debajo del contador de agua. A continuación, abra los grifos y espere hasta que deje de salir agua.

Para retirar el grifo, primero afloje las dos rosetas. Debajo están los racores en forma de S. Afloje las juntas, arandelas y acoples de sujeción y podrá retirar el grifo viejo.

Los grifos de ducha suelen fijarse a la pared en el punto de entrada de las dos tuberías de agua. Entre las tuberías de agua fría y caliente suele haber una separación de 16 cm. En caso necesario, esta distancia puede corregirse utilizando los racores en forma de S.

Fije los racores en forma de S a los extremos roscados de las tuberías de alimentación de agua y coloque encima las rosetas decorativas. A continuación puede acoplar el grifo de ducha a los racores en forma de S utilizando las tuercas de presión y las juntas. No olvide aplicar teflón en la rosca del tornillo (en la misma dirección en la que irá la tuerca al apretarla).

Con una llave, apriete bien las tuercas de presión del grifo. Coloque un trapo sobre el cromado de las tuercas para evitar dañarlas. No desenrosque nunca una junta sobre la que haya aplicado teflón. Si lo hace, podrían crearse fugas. Abra la válvula principal de paso del agua y asegúrese de que no haya fugas.

Los grifos de bañera suelen tener una segunda conexión a la que puede acoplarse una ducha de mano. Estos grifos suelen tener un mando de control para seleccionar la dirección de flujo del agua (hacia la ducha o hacia la bañera). La posición del cabezal de ducha puede ajustarse sobre un riel.

Estos grifos mezcladores pueden ajustarse de manera que mantengan una temperatura constante, por lo que son ideales para duchas y bañeras. Suelen tener un tope de seguridad para evitar que se seleccione una temperatura superior a 38 °C. También hay modelos con una posición de ahorro para reducir el caudal de agua en un 50 %.