Ocultar cables

Los zócalos huecos o flexibles son ideales para ocultar cables y se montan sobre una banda de sujeción que se fija a la pared. Se venden en la mayoría de colores de suelo laminado más habituales, con esquinas interiores y exteriores y también con piezas para los extremos.

La banda de sujeción y el propio zócalo pueden fijarse con clavos, tornillos o adhesivo. La ventaja de utilizar adhesivo es estética, ya que no quedan clavos ni tornillos a la vista. Los tornillos tienen la ventaja de que permiten retirar fácilmente el zócalo para añadir otros cables.
 

Mida con cuidado la longitud del espacio donde desea colocar los zócalos y córtelos a medida con un ángulo de 45° en las esquinas. Corte el extremo en ángulo antes de cortar la medida del zócalo; así, si se equivoca en dicho extremo, podrá corregir el error.

Aplique un número suficiente de puntos de adhesivo de construcción en el zócalo. Presione para colocarlo y luego retírelo inmediatamente. Deje que el adhesivo se seque unos cinco minutos y luego vuelva a colocar el zócalo en la pared. Dé unos golpecitos para fijarlo y quedará firmemente adherido.
Nota: Algunos adhesivos de construcción pegan de forma inmediata, así que lea primero atentamente las instrucciones de uso.

Asegúrese de que el zócalo queda firmemente fijado golpeándolo suavemente con un martillo de goma y una pieza de madera (esta sirve para no golpear directamente el zócalo).

Esta variante de los zócalos flexibles tiene más espacio en la parte de detrás y se fija con unas piezas especiales. El área de cables tiene canales independientes para cables de alimentación y baja tensión.

Si solo desea ocultar unos pocos cables y no son demasiado gruesos, puede utilizar regletas autoadhesivas. Son prácticas y menos visibles, sobre todo en relación con un zócalo blanco. Ahora bien, no es posible utilizarlas en lugar de un zócalo, ya que no ofrecen protección alguna para la pared.

Son ideales, por ejemplo, para salvar la apertura de una puerta. Se venden en diferentes tipos y tamaños.

Son una solución ideal para oficinas domésticas y pueden combinarse con interruptores de pared y enchufes. Tienen la ventaja de que los cables de baja tensión (antena, Internet, teléfono, SCART) se pasan por un canal independiente. Es un procedimiento más seguro y que causa menos ruidos e interferencias.