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Instalar una cerradura

Contratar a alguien para que le haga un trabajo puede resultar muy caro. Siempre que tenga instrucciones claras, hay muchos trabajos que puede hacer por su cuenta. Con las prácticas instrucciones paso a paso que encontrará en la página web de SKIL ahorrará tiempo y dinero. Estas instrucciones paso a paso se dividen en categorías relativas a los diferentes tipos de trabajo dentro y fuera de casa. En ellas se explica cada trabajo de manera clara y detallada.¡Haga clic en uno de nuestros trucos de bricolaje o instrucciones paso a paso y póngase manos a la obra!

  1. Cerraduras en puertas interiores

    Las puertas interiores suelen instalarse con una cerradura de embutir y un pestillo accionado con el pomo o manilla. Si la puerta es de cierre automático, el pestillo será de tipo resbalón y tendrá un borde angular o redondeado para cerrarse automáticamente al cerrarse la puerta. Puede utilizarse la misma cerradura en puertas que abran tanto a derecha como a izquierda. En muchos casos, para cerrar una habitación también se utilizan cerraduras de tipo pasador, con un perno de retención accionado con llave. En comparación con el pestillo, el perno de retención no tiene borde redondeado ni en ángulo y no se acciona mediante un resorte.

  2. Cerraduras en puertas exteriores

    Las cerraduras de bombín son las más adecuadas para las puertas exteriores. Las cerraduras de embutir sencillas no son lo suficientemente seguras para puertas exteriores. El bombín se instala en el cuerpo de la cerradura y puede cambiarse fácilmente sin necesidad de cambiar todo el mecanismo.

  3. Cerraduras de superficie

    Si no es posible instalar una cerradura de embutir, puede colocar una cerradura de superficie que se monta sobre la puerta. Puede hacerlo así, por ejemplo, si la puerta tiene menos de 40 mm de grosor. En puertas poco gruesas como esta, el hueco necesario para una cerradura de embutir debilitaría demasiado la estructura de la puerta. Existen cerraduras de superficie con pestillo y/o con perno de retención. Normalmente solo se utilizan en puertas exteriores.

  4. Seleccionar la dirección de apertura

    En primer lugar, compruebe en qué dirección abre la puerta. No importa si la puerta abre hacia fuera o hacia dentro. De acuerdo con la normativa europea, los ejemplos A y C de la imagen abren hacia la izquierda, y los ejemplos B y D, hacia la derecha.

  5. Ajustar la cerradura

    Si el pestillo de la cerradura apunta en la dirección contraria a la dirección de apertura de la puerta, deberá darle la vuelta. En el lateral del cuerpo de la cerradura verá un pequeño pasador que puede empujar con un destornillador fino (1). El pestillo caerá hacia delante y saldrá del cuerpo de la cerradura (2). Hecho esto, podrá darle la vuelta de manera que apunte en la otra dirección (3) y luego volver a meterlo en su sitio (4).

  6. Marcar la posición de la cerradura

    Busque la altura ideal para la cerradura. Por lo general, la manilla de una puerta suele estar a unos 105 cm de altura. Marque con un lápiz en el lado derecho o izquierdo de la puerta la posición de los bordes superior e inferior de la cerradura. Prolongue las líneas que haya marcado hasta el extremo estrecho de la puerta utilizando una escuadra de comprobación. Una vez haya marcado en el borde de la puerta los extremos inferior y superior de la cerradura, trace la línea central vertical entre ellos. Coloque la parte trasera del cuerpo de la cerradura sobre la línea central y marque la forma del cuerpo de la cerradura con un lápiz. Este contorno le mostrará en qué parte del borde de la puerta hay que recortar el hueco para la cerradura.

  7. Taladrar la puerta para crear el hueco

    A continuación, marque la profundidad del hueco en el borde de la puerta. Mida la profundidad total del cuerpo de la cerradura (incluyendo la placa de soporte) para embutirlo en el borde de la puerta. Fije el tope de su taladro a la profundidad adecuada, pero dejando 5 mm adicionales. Si su taladro no tiene tope de profundidad, puede pegar en la broca un trozo de cinta que le indique la profundidad adecuada. Evite salirse de la línea marcada. La cerradura debe encajar exactamente y sin forzarla.

  8. Acabado con cincel

    Una vez cortado el hueco con el taladro, puede rematar los bordes en línea recta con un cincel. El acabado final del hueco debe coincidir exactamente con la forma del cuerpo de la cerradura. Si comprueba poco a poco el ajuste a medida que trabaja, evitará agrandar el hueco en exceso.

  9. Marcar la placa de soporte

    Una vez haya encajado el cuerpo de la cerradura en el hueco, marque el borde de la placa de soporte con un lápiz. Retire la cerradura del hueco.

  10. Recortar el espacio para la placa de soporte

    Ahora puede utilizar el cincel para recortar el espacio de la placa de soporte. Deberá tener una profundidad de unos 3 mm, lo justo para que la placa de soporte encaje. La cara exterior de la placa de soporte debe quedar al mismo nivel que el borde de la puerta.

  11. Marcar el agujero para la manilla de la puerta

    Ahora puede marcar los agujeros para la manilla de la puerta y, en caso necesario, la llave. Coloque el cuerpo de la cerradura contra el frontal de la puerta (es decir, con la placa de soporte exactamente sobre la parte donde se ha practicado el hueco). Marque el lugar para el agujero con un lápiz y luego, con un punzón, haga una incisión que le sirva como punto de partida para taladrar.

  12. Taladre el agujero para la manilla de la puerta

    Utilice una broca cuyo diámetro permita que el eje de la manilla de la puerta gire sin problema. Taladre el agujero en una línea perfectamente horizontal y de manera que atraviese la puerta hasta salir por el otro lado. En caso necesario, haga lo mismo para los agujeros de la llave o el bombín. Con una lima para madera, elimine cualquier irregularidad que presenten los agujeros.

  13. Paso

    Si acopla un nivel de burbuja a su taladro, le resultará más fácil taladrar en horizontal.
  14. Fijar la placa de soporte

    Vuelva a colocar la cerradura en el hueco de la puerta y fíjela con tornillos largos para madera. Coloque la manilla de la puerta y demás herrajes. La manilla se utiliza muy a menudo y se aplica mucha fuerza sobre ella, así que apriétela bien. Cualquier juego en la manilla de la puerta puede causar daños antiestéticos.

  15. Marcar el cerradero en el marco de la puerta

    Una vez que la cerradura esté fijada a la puerta, será el momento de colocar el cerradero en el marco de la puerta. En primer lugar, marque el espacio para el cerradero. Gire la llave de manera que el perno de retención sobresalga de la cerradura y coloque la puerta contra el marco. Utilizando un lápiz al que se le haya sacado bien la punta, marque en el marco de la puerta las líneas de la parte superior e inferior del perno de retención y del pestillo. A continuación, con la puerta abierta, prolongue esas líneas hacia el interior del marco de la puerta. Con dichas líneas como guía, utilice el cerradero a modo de plantilla. Ahora podrá marcar fácilmente el contorno del cerradero y los huecos para el pestillo y el perno de retención.

  16. Recortar el espacio para el cerradero

    Recorte un espacio de unos 3 mm de profundidad y asegúrese de que el cerradero queda bien encajado en él. La cara exterior del cerradero debe quedar al mismo nivel que el borde del marco de la puerta. La profundidad de los huecos practicados en el marco de la puerta debe ser igual a las longitudes del pestillo y del perno de retención. Recorte estos huecos a una profundidad que permita que el pestillo y el perno de retención entren en ellos por completo. Fije el cerradero al marco de la puerta con tornillos largos para madera y compruebe de nuevo que el pestillo y el perno de retención entran fácilmente en su sitio. Si tocan el cerradero, podrá ampliar un poco la abertura con una lima, pero hágalo con mucho cuidado. Si el conjunto no ajusta bien y queda suelto, la puerta podría golpetear cuando haya corriente.

  17. Doblar el reborde del cerradero

    Usando una maza de plástico y con mucho cuidado puede doblar el reborde el cerradero de manera que se adapte al contorno del marco de la puerta. La función del reborde es evitar que el marco sufra con el impacto del pestillo cada vez que se cierra la puerta.

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