Colgar un espejo

Cuelgue el centro del espejo a la altura de los ojos (la altura media es 1,65 m, pero puede ser algo menos si hay personas más bajitas en su familia). Asegúrese de que el espejo es lo suficientemente grande como para ver por encima de su cabeza (así sabrá que también pueden utilizarlo personas más altas).

Un espejo es un accesorio esencial en un baño o aseo. El espejo debe ser lo suficientemente grande, debe estar a la altura adecuada e, idealmente, también debe estar iluminado. A ser posible, la luz debe iluminar toda el área que ocupa el espejo.

Si se da una ducha y luego no puede ver nada en el espejo, puede que le interese utilizar espejos con calefacción. El elemento calefactor se monta detrás del espejo y evita la condensación.

Si tiene que taladrar azulejos en el baño o el aseo, marque la posición del agujero con cinta de carrocero. Así se evita que el taladro resbale. Use un nivel de burbuja o siga el hueco entre los azulejos. Compruebe que la posición del segundo agujero está horizontalmente alineada con el primero. Taladre lentamente sin utilizar la función de impacto. Asegúrese de que el agujero es lo suficientemente profundo como para que el taco quede empotrado en la pared, detrás del azulejo. Así se evita que el azulejo se resquebraje al apretar el tornillo. En la medida de lo posible, procure poner todos los accesorios en línea, ya que así les dará un aspecto más regular.

En paredes de ladrillo u hormigón, utilice tacos universales de 6 mm, con una broca del mismo diámetro. Para los espejos más pesados, es recomendable utilizar una broca de 8 mm y los tacos correspondientes. Para los espejos muy pesados (más de 20 kg), es mejor utilizar pernos metálicos de anclaje.

Los espejos de baño ligeros pueden montarse simplemente con ganchos para espejo, soportes decorativos o un perfil de aluminio. No utilice sellador de silicona, ya que puede tener componentes ácidos que dañarían el revestimiento del espejo.